Han sido muchas las veces que he pasado por delante de esta puerta numerada con el 77 y siempre la veo igual, con su color verde de pintura que niega a irse con el sol , con su banco de piedra que la acompaña en inviernos y veranos y con esas piedras de arenisca en la entrada que van desapareciendo poco a poco cuando el agua y el frío azota.
Dejo con esta foto uno de esos momentos que mas me gusta cuando estoy en Ruerrero. Pasear por esa callejuela a última hora de la tarde, dándote en la cara un sol que está a punto de desaparecer por las montañas que albergan el pueblo de Población de Abajo entre otros y respirar la tranquilidad que ofrece el pueblo.